Como todas esas cosas que duelen y que
sub-conscientemente he estado evitando,
he hecho lo propio con la visita al Odontólogo.
Sin embargo, he tenido que acudir al Profesional
del cuidado bucal porque, tarde o temprano
(como la presbicie) se llega el momento.
Y el momento ha llegado jeje.
La última visita a mi buen amigo y Odontólogo George,
me hizo recordar las veces que, en la revisión
de los Pacientes en el gabinete optométrico
he bromeado un poco sobre el estudio visual.
Ok, a veces no ha sido poco pero, hasta que eres tú
el que está sentado en el sillón, es cuando
el que está sentado en el sillón, es cuando
comprendes qué alcance tienen "tus bromitas" jaja.
Y es que sólo esperaba el momento
de preguntar a los Pacientes si alguna vez
se habían realizado un estudio visual.
"Hay" de aquel que me dijera que no, jejeje
(casi frotándome las manos con una risa macabra),
pues empezaba a preguntar si eran alérgicos
a alguna sustancia o medicamento para luego
preguntar específicamente si eran alérgicos
a la anestesia y si alguna vez les habían sacado
una muela sin complicación alguna.
Me contestaban que sí les habían aplicado anestesia
sin haber tenido problema (con cara de ¡¿qué rayos?!).
Jiji, antes de que les dieran más ganas de salir corriendo,
les decía que no era cierto, que sólo era bromita
y les contaba que no había nada que temer,
que el estudio visual no dolía nadita y que podían estar tranquilos.
Esa era una de las bromitas que solía hacer
para "romper el hielo".
Otra de ellas por ejemplo, cuando encendía el oftalmoscopio
para revisar la retina, al brindarle las indicaciones al Paciente
(ya sabes, mirando todo el tiempo a ese punto,
va a lastimar la luz pero es necesario, etc.,) terminaba con un
"y me sirve para ver lo que tú has visto hasta el momento"
y comenzaba la exploración.
Las personas ponían una cara, que de sólo recordarla
al momento de escribir ésto, me da tanta risa jeje
(No tengo remedio).
En una ocasión, a una señora que le estaba haciendo oftalmoscopia,
después de unos segundos de exploración, me alejé e hice mas o menos así:
a lo que ella respondió así:
Sólo Dios sabe qué había visto (bueno, y ella jeje).
Recuerdo que no me pude contener la risa y
le dije que no era enserio, que yo no podía ver
lo que ella había visto así que no se preocupara jejeje.
Pues si, es divertido aunque algo cruel de mi parte
pero como dicen por allí "todo se paga"
(y mira que yo tenía cierta "ventaja" porque a George,
mi amigo Odontólogo, le conozco y sé que es
tan bromista como yo.
Con todo y ello, cuando estaba sentado en el sillón,
ya sabes, con la lámpara frente a tu cara y el olor
característico de un consultorio Dental,
la cosa se puso interesante.
Cuando me dijo que iba a tener que poner
una inyección de anestesia directamente en el nervio
de mi muela, su colega, la Dra. Noemí que estaba por allí
dijo "Tsssss", y allí fue cuando se me empezó
a poner la piel de gallina.
George dijo con un tono entre serio y broma,
que eran sólo tres "piquetitos" pero que sólo el primero dolía
y la Dra. Noemi completó: "Sí, por que cuando te desmayas
ya no duele".
En ese momento, al igual que mis Pacientes (yo creo)
cruzó la idea de salir corriendo pero vamos, jeje...
lo único que salió de mi boca fue un
"Esta bien, no hay problema" con voz titubeante
tratando de evitar que se me escuchara nervioso. Jajajaja.
Porque eso sí, los hombres podemos agarrarnos a puño limpio
sin problema pero cuando se trata de dolorcillos agudos
como los de las jeringas Ufffff, de no sé donde, se nos viene
un temblor y unos nerviosss, jeje (hay sus excepciones claro)
pero continuemos.
Si, se siente "gacho" como decimos por acá,
pero fuera del dolor que sentí con la inyección
y que fue tan intenso como pasajero,
lo que me quedó en la mente fue justo
lo que les hice pasar a mis Pacientes con mis "bromitas".
Creo que no lo haré nuevamente aunque, al terminar
de escribir éstas lineas, ya me estoy imaginando
la siguiente "víctima", digo, perdón, ejem... Paciente. Jajaja.
Cabe hacer una aclaración, siempre fue con
mucho respeto, prudencia y con la única intensión de
"romper el hielo", y así como podía bromear con
un Paciente masculino de edad o joven, también
podía permitirme bromear con una Señora de edad o joven,
vaya pues, que era parejo.
Soy cruel, lo sé.
¿Y tú cómo rompes el hielo?
¿Crees que está mal bromear con los Pacientes en tu Óptica?
Cuéntame ¿va?
Saludos y gracias por el favor de tu lectura.
Uriel Hernández Segundo
Sistemas Optox